¡Hola a todos!

Últimamente, entre los preparativos de la boda (¡todo va viento en popa!), la convención blythe europa que se celebra a finales de este mes en Barcelona (para la que estoy preparando stand) y mi vida cotidiana, estoy muy ocupada pero contenta.

Como toda esta frenética actividad me quita tiempo para dedicarlo al blog, se me va acumulando todo lo que os quiero contar. Y tengo un montón de cosas que compartir con vosotros.

La semana pasada hicimos la prueba de la cena que nos servirán el día de la boda. Fuimos solos Simón y yo y más que una cena de decisiones se convirtió en una cena romántica. Nos encantó todo, decidir entre platos riquísimos fue difícil pero al ser dos, las opiniones eran pocas y para ser sincera,  coincidimos casi en todos ellos. El trato del maitre con nosotros fue exquisito toda la noche. También tuvimos ocasión de conocer al magnífico chef con el que definimos varios detalles extra. 

Sigo pensando que las bodas gallegas son demasiado copiosas, pero en general el menú es bastante parecido a lo habíamos pensado en un principio: una versión moderna y sofisticada de la típica comida gallega en un día de fiesta, no de un día boda. ¡Espero que a los invitados les guste!

Por ahora, no os diré nada más, porque queremos que sea una sorpresa para ellos (y sé que hay varias personas que asistirán que leen el blog) así que, tendréis que esperar un poco... ¡jajaja!

También estoy buscando los zapatos ideales para mi vestido de novia. Ya tengo unos preciosos (sólo os daré una pista: ¡son de color!), pero también me gustaría poder llevar a las pruebas otro par más convencional para decidir con el vestido la mejor opción.

Ya sé que suena un poco a locura eso de comprar dos pares de zapatos, pero los que tengo ya me gustan tanto que si no me los pongo el día de la boda, me los pondré a diario porque... son comodísimos.

Y hablando de zapatos, Raquel Simpson, una diseñadora inglesa especializada en calzado de novias y de la que ya os he hablado en otras ocasiones, ha sacado ya su nueva colección, incluyendo por primera vez una línea para hombres. 

Como sabéis una de las razones por las que me gusta mucho esta marca es por sus diseños de inspiración vintage que me recuerdan a los zapatos de baile de los años 20. Además, todos tienen un tacón alto pero no imposible.

Y por último, un descubrimiento: Le Touquet, una firma española de tocados nacida en 2009 de la mano de Paula Canellada. 

Sus diseños, totalmente artesanales, exclusivos y hechos por encargo se inspiran en las coronas que lucían nuestras bisabuelas realizadas a base de brotes y flores de azahar. ¡Preciosas!