PETRONIALOCUTA

Soy una persona visual y como tal instagram es una de mis herramientas virtuales favoritas. Mi perfil se ha convertido en una especie de diario fotográfico que cuido y mimo día a día. Y gracias a instagram he podido descubrir muchas ordinarias vidas extraordinarias que me inspiran y me sorprenden. 

Y como me hace mucha ilusión que existan personas a la que les interesen mis días cotidianos y me apetecía agradecer ese interés de alguna manera, he decidido hacer un sorteo entre ellos.

Y la historia empieza así:

Érase una vez un ovillo de algodón egipcio en beige trenzado con un hilillo plateado que se aburría entre mis lanas y angoras. Hasta que un día, por fin, encontré un proyecto que merecía ese acabado rústico y festivo que mi ovillo abandonado tenía: una guirnalda de corazones para Navidad. Y me gustó tanto el resultado que decidí hacer otra igual para regalar entre mis seguidores de instagram.

Si te gusta la guirnalda y todavía no me sigues,  aquí tienes el enlace de mi perfil:

http://instagram.com/petronialocuta

Para participar en el sorteo:

1. Hazte seguidor de mi instagram

2. Repostea la imagen inferior e incluye las etiquetas #christmaspetronialocutagiveaway y @petronialocuta

3. ¡Ya está! Ahora sólo tienes que esperar al lunes 1 de diciembre para saber si eres el afortunado propietario de una guirnalda hecha por mi.

Cristalografía (del gr. krystallos, cristal y -grafia)

f. Parte de la geología que trata de las formas cristalinas de los minerales.

En el cole me encantaba la cristalografía. Recuerdo que nuestra profesora de Ciencias Naturales nos enseñaba, primero en el laboratorio, los minerales naturales y, en el aula después, los modelos cristalográficos que teníamos que estudiar. Los suyos eran de madera muy suave y con las aristas un poco sucias y gastadas (supongo que de los cientos de manitas que los tocaban cada año) y los nuestros de papel: comprabas las plantillas y las hacías en casa. Creo que las mías todavía andan por algún armario en la casa de mis padres. 

Por supuesto, si me preguntas ahora no sabría decir ni una palabra sobre el tema pero entonces era una auténtica experta en sistema cristalinos, caras y ejes de simetría. 

Supongo que este amor infantil sigue vivito y coleando en alguna parte de mi cerebro porque todavía hoy me fascinan los patrones geométricos naturales y los cristales. No puedo evitar coger todas las piedras de cuarzo que encuentro en mis paseos y me puedo pasar horas mirando las estructuras de un trozo de mica plateado sin pestañear.

Y como consecuencia de dicha fascinación hoy os traigo adornos navideños que me recuerdan a todo esto y que, lógicamente están en mi wishlist navideño de este año. De hecho ya el año pasado compartí con vosotros alguno. ¿Os acordáis?

De Flaneurs Pocket, pintados a mano y hechos en madera:

De alambre y hilo de nylon los adornos minimalistas de HRUSKAA:

Rombos dorados, blancos y negros de papel en Urban Outfitters:

"El cuerpo de la mujer es un campo de batalla". 

La frase es de Keira Knighley, una chica que sabe de lo que habla. Siempre en el punto de mira por su extrema delgadez, su cuerpo ha sido objeto de críticas y de retoques de photoshop tan sonados como poco afortunados.

Una de las fotos promocionales de El rey Arturo en el que Keira sufre un ficticio aumento de pecho.

En un reportaje para la revista Interview aparece en una de las preciosas fotografías de Patrick Demarchelier en topless. La única condición que puso para aparecer así fue que no se retocara para nada su escaso pecho.
Keira acepta su cuerpo y se enfrenta a la sociedad mirándola directamente a la cara.

De un tiempo a esta parte he engordado un poco: el cambio de hábitos y de vida o quizá la edad se manifiestan en una barriguita incipiente y un culo generoso. En esta época tengo que oír comentarios del tipo: "has engordado un poco, ¿no?" o "tienes un poco de barriguita pero eso en un par de días lo bajas" o "estás mejor así, un poco más rellenita". 

¡Jajajaja! ¿Es que nunca voy a estar bien?

El caso es que quizá siempre lo he estado. O nunca. Depende de lo que yo vea en el espejo. No de lo que vean los demás. 

La clave está en aceptarse a sí mismo. ¡Qué fácil es decirlo! Y que difícil hacerlo en una sociedad que te bombardea todos los días con imágenes manipuladas de cuerpos perfectos y mensajes falsos. 

Campaña de Victoria Secret El "cuerpo" perfecto

Todos hemos oído alguna vez eso de que unas cejas bien definidas son lo más: abren los ojos, equilibran la forma del rostro y enmarcan la mirada.

Si eres de esas rara avis con unas cejas perfectas este post no es para ti. Si por el contrario la naturaleza te ha obsequiado con unas cejas rebeldes más parecidas a dos arbustos salvajes que a unas líneas proporcionadas sigue leyendo.

En principio tengo buenas noticias para ti. Las cejotas están de moda. Las modelos más molonas del momento lucen sin pudor sus cejas sin tocar. Así, como dios las trajo al mundo: espesas, sin forma y sin concierto, a lo "sauvage". Olvídate de las pinzas de depilar y deja a tus cejas en paz. Ellas te lo agradecerán y tú tendrás una cosa menos en la que pensar.

Tus nuevas "ídolas" son Cara Delevigne, Lilly Collins, Andreea Diaconu, Keira Knighley y Jennifer Connelly. Y la lista continúa y cree día a día

Si no tienes cejotas y sientes te falta ese algo que te hace especial y súpermoderna, puedes recurrir a los trampantojos e inventarte unas. Charlotte te enseña en este tutorial como conseguir unas cejas de mentirijillas muy apañadas.

Parece que se avecina un fin de semana de lluvia y frío. 

¡Pues que hiele!

Morning art de Melissa Wastney en flickr

¡Pues que llueva!!

Sin título de Kaan Kiran en flickr

¡Feliz fin de semana!

Todos los que tenéis gato entendéis perfectamente qué significa esta frase y lo que se esconde detrás de ella. Y si al sillón le sumas una manta para darle calorcito, un cojín para que esté más mullido el asiento y un oso de peluche para que tenga compañía, sabrás que ese sillón es hoy un revoltijo de pelos y tapicería destrozada.

Soy de ese tipo de personas a las que el tiempo que hace les afecta mucho. Miro por la ventana por la mañana y en función de lo que vea, me levanto de peor o mejor humor. Y el mayor bajón, sin duda, me lo provoca la lluvia. Y eso que os juro que intento verle la parte positiva poniéndome mis katiuskas (me encanta esta palabra) de colores pero a los dos minutos ya no puedo mantener la pose. ¿Qué queréis que os diga? No me importa el frío pero la humedad y la falta de luz durante meses son difíciles de llevar...

Y como este post se empieza a parecer a la típica conversación-monólogo de ascensor sobre el tiempo, abordo el tema de nuevo intentando, una vez más, ver el sol al final del diluvio.

Comenzaré de nuevo:

Vivo en Santiago de Compostela, una de las ciudades más lluviosas del mundo y mi larga experiencia  en ciclogénesis explosivas y lluvias que duran más que el conejito de Duracell me permite compartir con vosotros algunos sabios consejos sobre qué llevar y no llevar cuando llueve (y me refiero a cuando llueve mucho-mucho) ¡Ahí van!

Zapatos con suela de goma siempre. Cuando más gorda mejor. Y si tienen algo de tacón o plataforma ya ni te digo. Todo lo que te aleje del agua es ideal.

Un truco extra: busca modelos que te tapen el culo. Ya me lo agradecerás.

Si no quieres parka o no llueve tanto, ponte chaquetas cortas. Evitarás que se mojen o deformen. Y si es de cuero mejor que mejor ya que no empapa tanto como la lana o el algodón.
No te pongas vaqueros. No hay nada más desagradable que tener que estar una mañana con el peso y la  humedad del agua en tus piernas. Opta por prendas cortas: vestidos, faldas... Sustituye los vaqueros por leggins.
Si, a pesar de las recomendaciones, no puedes vivir sin tus denim ponte los más apretaditos que tengas y enchúfate las botas de agua por fuera.
Color. Si algo caracteriza a los días lluviosos es su falta de luz, el ambiente gris y mortecino que generan. Lucha contra esto eligiendo prendas exteriores o complementos (paraguas, pañuelos...) de colores alegres. Píntate los labios de rojo o fucsia. O las uñas.
Sombreros: son una buena opción para mantener el pelo a raya. Los gorros de lana no son tan recomendables como los sombreros con algo de ala y de fieltro.
Y por último, recuerda que los días lluviosos no son los más fríos. Es decir, no te abrigues como si fueras al Polo. De lo que se trata es de ir lo más seca posible y enfrentarse a la humedad, no de acabar sudando como un pollo mientras sigues teniendo los pies mojados.