Audrey pasa la mopa
martes, octubre 08, 2013
Empezaré este post siendo original: me gusta Audrey Hepburn... Ehhh...ejem, ejem... Vale, no es original en absoluto pero me gusta Audrey Hepburn.
Cuando era pequeña, Audrey me parecía la mujer con los ojos más bonitos que había visto nunca, igualitos igualitos a los de Bambi y por supuesto, ese rasgo me fascinaba hasta el punto de que la primera vez que cogí las cosas de maquillaje de mi madre, traté, sin conseguirlo, de imitar su mirada.
¿Qué puedo decir de ella que no se haya dicho ya? Referente de moda y estilo, actriz sobresaliente, mujer solidaria, amante de los animales... Desde fuera, la imagen de la perfección y por dentro, la imagen de la bondad. Seguro que, como todos, tuvo sus sombras y sus errores, pero el reflejo que de ella queda es tan limpio y puro como lo es ese Bambi al que me recordaba cuando era una niña.
Convertida en un icono popular, hoy te encuentras a Audrey en todas partes o, por lo menos, en lugares y formatos inesperados en muchos casos: bolsos, neceseres y monederos de plástico, pósters terribles que imitan el estilo de Andy Warhol, camisetas escotadas de algodón, collages en peluquerías, fundas para móviles, mangos de limas... hasta anuncios de chocolate que nunca rodó.
Como fan precoz que fui, odio este merchandising y esta absurda omnipresencia, ¿qué le voy a hacer? No sé porqué tengo que ver a Audrey mirándome desde un cuadro mientras estoy meando en los servicios de un bar. Supongo que soy una audrey-purista^^. Y como tal, disfruto viendo sus películas de vez en cuando, me gusta comprar libros sobre ella y me emociono sobremanera cuando encuentro alguna foto inédita suya (sí, hay fotos diferentes a la de Audrey fumando con boquilla en Desayuno con diamantes, o subida a una moto con Gregory Peck en Roma, o la del jersey de cuello vuelto de Una cara con ángel)
El otro día fue uno de esos días. Por una carambola virtual, encontré un archivo en flickr de Bob Willoughby, uno de los fotógrafos que mejor retrató a Audrey. Son fotos de ensayos, sobre todo de los rodajes y de momentos de descansos entre tomas y en ellas vemos a una Audrey relajada, riendo a carcajadas, esperando paciente, aprovechando los tiempos muertos para posar orgullosa con su yorkie, hablar con los directores o ayudar a pasar una mopa en el plató.
Espero que os gusten tanto como a mi.
Todas las fotos son de Bob Willoughby. Si queréis verlas todas podéis hacerlo en su web, en su flickr o en el libro Audrey Hepburn, Fotographs 1953-1966; Bob Willoughby; Taschen.
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