Petite size y plus size (o de cómo se etiqueta a las mujeres como a trozos de carne)
viernes, noviembre 14, 2014
"El cuerpo de la mujer es un campo de batalla".
La frase es de Keira Knighley, una chica que sabe de lo que habla. Siempre en el punto de mira por su extrema delgadez, su cuerpo ha sido objeto de críticas y de retoques de photoshop tan sonados como poco afortunados.
Una de las fotos promocionales de El rey Arturo en el que Keira sufre un ficticio aumento de pecho.
En un reportaje para la revista Interview aparece en una de las preciosas fotografías de Patrick Demarchelier en topless. La única condición que puso para aparecer así fue que no se retocara para nada su escaso pecho.
Keira acepta su cuerpo y se enfrenta a la sociedad mirándola directamente a la cara.
Keira acepta su cuerpo y se enfrenta a la sociedad mirándola directamente a la cara.
¡Bien por Keira!
Nadia Aboulhosn es una bloguera de esas que se dan en llamar de "talla plus" o plus size en ingles. Una forma absurda de etiquetar (y nunca mejor dicho) a las mujeres que pasan de una talla 38. Nadia se gusta y se acepta a pesar de que, cada vez que cuelga una foto en su blog o instagram, haya gente que la llame fea y gorda por mostrarse como es.
Nadia se ve guapa, y dice que tú "debes ser tu fan número uno". Y remata: "si puedo ayudar a gente a quererse, ¿qué me importa si hay personas que no me quieren a mi?"
¡Bien por Nadia!
...
Yo siempre he sido delgada. Hasta hace unos años podía comer cualquier cosa que mi organismo lo asimilaba en un plis-plás-cataplás. En aquella época tuve que oír comentarios del tipo: "¿pero tú comes?" o "estarías más guapa con unos kilos de más" o "estás muy delgada, ¿no?". Sutiles frases todas ellas que me hacían reír si tenía un buen día o me creaban inseguridad si lo tenía malo.
De un tiempo a esta parte he engordado un poco: el cambio de hábitos y de vida o quizá la edad se manifiestan en una barriguita incipiente y un culo generoso. En esta época tengo que oír comentarios del tipo: "has engordado un poco, ¿no?" o "tienes un poco de barriguita pero eso en un par de días lo bajas" o "estás mejor así, un poco más rellenita".
¡Jajajaja! ¿Es que nunca voy a estar bien?
El caso es que quizá siempre lo he estado. O nunca. Depende de lo que yo vea en el espejo. No de lo que vean los demás.
La clave está en aceptarse a sí mismo. ¡Qué fácil es decirlo! Y que difícil hacerlo en una sociedad que te bombardea todos los días con imágenes manipuladas de cuerpos perfectos y mensajes falsos.
Campaña de Victoria Secret El "cuerpo" perfecto
Por eso, agradezco mucho cuando descubro a gente auténtica. Gente que se quiere tal y como es. A pesar de todo. Como Keira. Como Nadia.
El cuerpo de la mujer es un campo de batalla. Pues sí. Un campo que las grandes compañías de moda, alimentación y cosmética conquistan día a día atacándonos, haciéndonos sentir inseguras, creando en los hombres, en las niñas, en los niños, en nosotras mismas una imagen distorsionada de lo que significa ser mujer. Una lucha desigual e injusta en la que casi siempre perdemos.
Tomemos partido en la batalla y defendámonos entre nosotras. Y no olvidemos nunca que, seamos bajas, altas, gordas, delgadas, rubias o morenas, estamos todas en el mismo bando.
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